“7ª
Iñigo Cuesta” en buena compañía!...
Más de 400 participantes se dieron cita en la localidad Burgalesa de Villarcayo, entre ellos The Urgozo Team casi al completo.
Arrancaba el pelotón dirección Santelices por la BU-561 con el día un poco nublado, 20
kilómetros de buen firme, en esta localidad se tomaba el cruce
hacia Soncillo donde se circularía durante 7 Km. por un excelente firme. Los
primeros kilómetros, bordeando el Ebro, se hicieron tranquilos y se pudo
disfrutar de la ribera del río en un valle encajonado por montañas y con una
vegetación exuberante. Primer repechón de 4 kilómetros, subiendo de los 599 m.
de altitud de Villarcayo a los 881 del Alto de Argomedo, y calentón serio, Luis
Alfonso tirando del segundo grupo, ligeramente descolgado del pelotón
principal, junto con Carlos Alves (Búfalo) y Aitor Laso, a quienes no les pasaba
ni el apuntador.
Bajamos La Matanela por una carretera en
perfecto estado, Los Toledanos hacen acto de presencia, disfrutando en cada
curva, en el descenso se produce la caída del día, y cuando llegamos a Vega de
Pas, Luis Alfonso, descolgado del grupo con el cual coronaba dicho puerto, y
que viaja en compañía de otros tres corredores son absorbidos de nuevo por otro
grupo, dónde se encuentran Aitor Laso y el incansable Omar, que tendrá unos 30
integrantes.
En el maravilloso pueblo de Vega de Pas
, tomamos cruce a la izquierda por la CA-262 y tras unos
cientos de metros comenzamos el ascenso al puerto de La Braguía
en el Km. 64 de la prueba. Son 7 km. de subida, por carretera
ancha y perfectamente asfaltada, no tiene grandes pendientes, entre 4% y 6%,
(5,4% de media) pero son mantenidas sin descansos y se hace bastante incómodo.
Comienza el puerto y nos encontramos por
delante al amigo Artabe, llegar a él y descolgarse. En el Km.70 coronamos La Braguía (720 m.), por el cual pasamos como el rosario de
la aurora, y en un cómodo y amplio ensanchamiento de la carretera estará
situado el Avituallamiento Principal, sólido y líquido, aquí Aitor Laso no
para, Omar lo justo y el último en salir Luis.
Nueva bajada y según terminamos de bajar
empezamos el Alto del Caracol unos pocos metros antes de llegar a Selaya,
Km. 78,5 tomaremos cruce a la derecha por la CA-260 y
comenzamos la subida, nos enfrentamos a 10 km. de dura subida de 6,7% de media,
por una carretera nueva, ancha y en perfecto estado, lo que hace que la subida
no aparente la dureza que tiene, pero el desnivel es fuerte y constante, sin
descansos que nos permitan recuperar.
Por delante en el grupo aguantan 10-15
corredores, entre ellos Omar. El Prisas (Aitor Laso) va un poco más adelantado
y Luis Alfonso alcanza a Omar antes de coronar el Alto del Caracol. El grupo
formado por David Caballero, Aitor, Ander y Alasne hacen las ascensiones juntos.
Parada en el avituallamiento del alto del
puerto de casi todos los corredores, Omar va justito y para lo justo, y Luis
Alfonso de nuevo arranca el último. Bajada de nuevo acojonante y según termino
de bajar contactó nuevamente con Omar.
La bajada concluye en el cruce de San Roque de Riomiera en el Km. 94 de la marcha. En este
mismo punto comienza la ascensión al Portillo de Lunada (1350 m.),
el más duro del recorrido, por varios motivos: 15 km. de ascensión, la
carretera surca la ladera de la montaña por una hoya al abrigo de los vientos, y
hablando sobre ir a nuestro propio ritmo aparecen Los Cuatro Fantásticos, el
tercer grupo…, y para no perder la costumbre, Omar se vuelve a descolgar. Por
más que miro hacia arriba no veo el final, y cuando miro hacia atrás tampoco
veo a Omar.
Así que empezamos los
14,5 km. De La Lunada con ánimo. Poco a poco descubro, que aparte de un puerto
precioso e impresionante, no es tan suave como pensaba, 5%, 6%, 7% y hasta
algún tramo del 10% hacen que se agarre el condenado.
De nuevo está el tío del mazo en el
puerto, (cuanto viaja éste) y nos manda una ráfaga de calambres a Luis Alfonso
y algún que otro, que de todas formas coronamos que no es poco.
En Lunada, en el avituallamiento, se piran Alasne,
Aitor y Ander, los últimos en salir Luis y David, por este mismo orden, y en la
bajada, como si de un misil se tratase me pasa David a una velocidad de
vértigo, junto a otro acompañante, sin que sirva de escusa entre el viento de
cara, el poco peso que tengo y la falta de piñones más pequeños, me es
imposible cogerle rueda, no me queda más opción que bajar lo más rápido posible
esperando que algún grupo me coja.
Una
vez coronada La Lunada iniciamos el merecido descenso, los 40 km. finales,
todos picando hacia abajo, que ofrece alguna que otra dificultad por la
estrechez de la vía y curvas en su trazado pero que sin embargo disfrutaremos
del descenso al rodar por un pavimento excelente, se convierten en una
contrarreloj por equipos, en el grupo de Alasne, y en una contrarreloj
individual en el caso de David y Luis.
Siguiendo junto con otro
corredor por la BU-570 nos presentaremos en la famosa Villa de Espinosa de los Monteros, en el Km.124,5,
tomamos cruce a la derecha, incorporándonos a la BU-526, con asfalto nuevo y
excelente, a la salida de Espinosa por esta carretera nos encontramos con un
pequeño repecho, que dadas las pocas fuerzas con las que contamos nos hará
quitar el plato para recorrer unos 400 m. y tristemente sin poder aguantar el
ritmo de mi amigo me descuelgo observando como se va alejando de mi poco a
poco.
Rodando
suave, rápido y ligeramente en descenso, llego al cruce de Quintanilla del Rebollar, Km.132 del recorrido, dónde soy
absorbido por un grupo de tres corredores y tras tomar cruce a la izquierda,
por la BU-562, acometemos los últimos 18 km., donde pillaremos al ciclo turista
con el que viajaba anteriormente, por una carretera preciosa que bordea varios
ríos, el Redondo, el Trema, el Arroyo del Molino y el Nela.
Son unos km. finales preciosos, con asfalto impecable, pero relativamente estrecha y sin línea divisoria, además por la hora la que transitaremos es posible que haya un poco de tráfico, tiene un par de curvas muy peligrosas, cerradas y sin visibilidad, habrá que tomar especiales precauciones y rodar marcadamente por la derecha.
Finalmente llegamos a Villarcayo, nos reunimos
poco a poco The Urgozo Team, y nos dedicamos a comer ensalada de pasta y
paella, pan, vino ó cerveza, con postre y cafecito incluido, sin ningún tipo de
control.
Marcha fenomenalmente organizada, muy bien
atendida, generosa en los avituallamientos y en la comida final, y con un
recorrido incomparable.
Muy recomendada.
Este año si voy a la …
Artea Zikloturista II. Martxa